Estilo de apego y su relación con la elección de pareja




¿Existe una relación entre el estilo de apego desarrollado en la infancia y la elección de pareja en la edad adulta? Con el objetivo de contestar a esta pregunta, se hará una revisión teórica que permita esclarecer las particularidades de esta posible relación. Para ello, se analizarán los diferentes estilos de apego en la infancia y cómo influyen éstos en las posibles combinaciones de los estilos de apego que se pueden dar dentro de una pareja y el grado de satisfacción de la relación entre ambos miembros.


La Teoría del Apego se basa en diferentes estudios que se posicionan bajo la creencia de que en el ser humano existe una necesidad biológicamente determinada hacia la formación de vínculos afectivos, cuyo objetivo principal es la obtención de un sentimiento de seguridad y protección. El concepto de apego fue estudiado a profundidad y definido, por primera vez, por el Psicoanalista inglés John Bowlby (1969-1980).


El Apego conforma un sistema de regulación diádica entre el cuidador y el infante, siendo impresindible la presencia y disponibilidad del cuidador. Es decir, de acuerdo a los planteamientos de Bowlby (1969, 1973, 1980), las experiencias de interacción con los principales cuidadores generan la construcción de modelos mentales basados en las expectativas que el niño tiene sobre cómo responderán sus figuras de apego a sus necesidades.


Los modelos internos de apego son construidos sobre la base de las relaciones de los primeros años y sirven de guía para interpretar las emociones y elegir la forma de afrontarlas. Éstos por tanto, dirigen la respuesta emocional y conductual y tienden a estabilizarse y volverse automáticos, influyendo en la percepción y reacción ante las nuevas relaciones. No obstante, si el estilo de las relaciones interpersonales se modifica de forma estable y significativa, los modelos de apego pueden actualizarse para resultar en estructuras más adaptativas y eficases.


Los estilos de apego se diferencian en el tipo de estrategia utilizada para regular el estrés y los estados de inseguridad del bebe.


  • Apego seguro: Se caracteriza por una preocupación sincera por parte el adulto al cuidar a su bebé. Reconocen sus necesidades y las satisfacen de manera equilibrada dando como resultado niños interesados en la exploración, con recursos para regular su angustia y encontrar consuelo., equilibrados y con iniciativa.
  • Apego inseguro evitativo: Las figuras parentales son rígidas e inflexibles, muestran rechazo hacia las expresiones de necesidad por parte del bebe, incluso a sus manifestaciones afectivas. El resultado será niños que esconden y/o controlan todas emociones y se distancian de sus cuidadores sobre todo en la intimidad.
  • Apego inseguro ansioso/ambivalente: “Ni contigo ni sin ti” es el lema de los niños que sufren apego ambivalente, un patrón particular en el que el vínculo de las madres con sus bebés es tremendamente inestable, lo que genera en el niño un fuerte sentimiento de inseguridad.
  • Apego desorganizado: Los niños que presentan este estilo de apego, experimentan abuso o negligencia por parte de sus cuidadores primarios. Este tipo de padres suelen ser insensibles y violentos debido a heridas propias. Una de las consecuencias más frecuentes del maltrato es una vivencia de desprotección en las relaciones y una carencia de afecto y bienestar.


La función del apego en la adultez sigue consistiendo en proporcionar apoyo y seguridad. Sin embargo, aunque hay muchas similitudes entre el apego de la infancia y el de la edad adulta, hay una gran diferencia: El vínculo entre dos adultos debe ser simétrico. Cada persona ejerce de figura de apego para la otra de la misma manera que recibe los cuidados de la otra. Melanie Klein (1994) sugirió que no es un modelo de persona lo que se toma como referencia a la hora de buscar pareja en la edad adulta. Es más bien un modelo de relación lo que el individuo ahnela recrear.


Una vez llegados a este punto, lo siguiente relevante es analizar las dinámicas de interacción entre los distintos estilos de apego, es decir, ver las posibles combinaciones considerando el apego de cada miembro de la relación.


  • Apego seguro: La pareja compuesta por miembros con un estilo de apego seguro, presentará un bajo temor al abandono y al rechazo. Los individuos con apego seguro son la elección favorita porque ofrecen mayor garantía de conformar una relación cálida y cercana.
  • Apego inseguro: Dentro de la preja compuesta por ambos miembros con estilo de apego inseguro, la combinación más negativa se produce cuando un miembro tiene un estilo de apego evitativo y el otro un estilo de apego ambivalente, ya que el hecho de tender a tomar distancia emocional de los huidizos y su dificultad para comprometerse, inseguriza más aún al ambivalente.
  • Apego desorganizado: Una pareja donde ambos miembros tengan un estilo desorganizado, el temor al rechazo unido a su incomodidad con la intimidad y a la combinación de evitación y dependencia, hacen probable que la relación termine con interacciones insatisfactorias y conflictivas.


La razón por la cual un estilo afectivo o de apego determinado se mantenga estable a lo largo del tiempo, está relacionado con la funcionalidad y los beneficios que le reporta a la persona para conseguir reestablecer su equilibrio emocional. Es decir, las personas a veces parecen adherirse a estos modelos y pueden repetir comportarmientos disfuncionales no adaptativos una y otra vez. De ahí que posteriormente el adulto inconsciente de todo ese proceso automático, repita sus representaciones, aunque ahora no sean adaptativos.


Conclusión: El estilo de apego desarrollado por una persona en su infancia, por tanto, influye directamente y de manera significativa en los procesos de elección de pareja y en la calidad de éstas en la adultez. Siendo la combinación de dos personas con apego seguro la relación asociada a niveles más altos de satisfacción, y la combinación de un miembro con apego evitativo y otro con apego ambivalente, el asociado a niveles más bajos. Así pues, luego de esta revisión teórica, se puede concluir que las relaciones de pareja, como relaciones de apego, continuarán ejerciendo la misma función que tuvieron en la infancia, restaurar el sentimiento de seguridad básica.


(Basado en el artículo Mi pareja, ¿casualidad o causalidad?: la relación entre el estilo de apego y la elección de la pareja de la psicóloga Sandra Sánchez Blanco)


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